Se convierte en un monstruo el alma pura,
valiente, noble, nítida, bucólica,
en manos de la simple, monopólica
y malévola iglesia más oscura,
y la herencia divina en desventura,
y la Gracia de Dios en la amargura
más cínica y diabólica.
Jesús María Bustelo Acevedo
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