Poesexo en Nueva York,
un buffet lleno de tíos,
unos tuyos y otros míos,
y a eso le llaman amor,
pues, sin amor, sólo hay líos
de cama, carne y sudor.
Jesús María Bustelo Acevedo
¡Oro, seda, sangre y sol!
¡Oro, seda, sangre y sol!...
¿Así es el pueblo español?
Oro, que es el oro aquel
que se queda
en oropel;
y esa seda
que no se da y se destruye;
sangre que corre y no fluye
y que torna al río en lloro;
sol poniente,
sin el brillo
amarillo
del radiante sol naciente...
Piel de toro,
de capote
y de tortura,
sacerdote
que no cura...
¡de sol, sangre, seda y oro!
Jesús María Bustelo Acevedo
Con las bombas que tiran los fanfarrones...
Con las bombas que tiran
los fanfarrones
se construyen en Cádiz
barcos y aviones.
Son los hombres cabales
que hay en mi tierra
que fabrican corbetas
pidiendo guerra...
¡guerra!, ¡guerra!...
Jesús María Bustelo Acevedo
Veganos racistas, turistas mundanos...
Son los veganos racistas,
germanos ecologistas,
que aquí nombro
porque vienen de turistas
y por encima del hombro
te miran como integristas
que en crímenes terroristas
convierten todo en escombro...
¡Violentos, imperialistas,
cínicos que, ante tu asombro,
presumen de pacifistas!
Jesús María Bustelo Acevedo
¿A ver quién carajo ha visto algún gallego que sea gracioso?... ¡Y no vale la "gracia" de "dios"... que fue desgracia pa tós!
Tú, bufón Rober Bodegas,
que lo intentas y no llegas
al arte de los gitanos,
que son también tus hermanos
como Cristo proclamó,
las carcajadas conquistas
de millones de racistas
que tu lengua desveló,
pues tus chistes, desde luego,
rancios, fascistas, casposos,
nada tienen de graciosos...
¡Guarda, entonces, tu falacia,
que jamás se vio un gallego
con una pizca de gracia!
Jesús María Bustelo Acevedo
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