¡Si hubiera servido a Dios como he servido a mi rey!

Si hubiera servido a Dios

como he servido a mi rey,

hubiese vivido en pos

de la verdad de Su Ley.

Que es la Ley de la Verdad

y es el Amor sin medida

y es la verdadera Vida

y la única Libertad...

Soberano que en su grey

la abundancia ha compartido

si esta le responde: ¡okey!,

¡abundancia que he perdido

por no haber a Dios servido

como he servido a mi rey!

Jesús María Bustelo Acevedo

Historia de Adán y Eva

Adán significa "Tierra",

y Eva, "Vitalidad";

juntos son la Libertad

que nos da el Cielo en la Tierra,

la Verdad

que separados se entierra

para traernos la guerra,

la ira y el desaliento,

porque nos falta el Aliento

que nos anima en la Tierra.

Jesús María Bustelo Acevedo

m

Eme, letra de mágicas montañas

de misterios repletas,

letra que, con su par de tetas,

nos amamanta y da calor.

Letra del mar y del amor,

de la muchacha, de la música,

y del milagro y de la muerte,

de la maldad del mundo

que siempre amasa el que la teme

forjando un monstruo en lo profundo

de una inocente, de una cándida,

ingenua y simple letra eme.

Jesús María Bustelo Acevedo

Historia de aquí

Carnaval de la sangre, carnaval

de las almas perdidas,

numerosas batallas fratricidas...

¡historia universal!

Jesús María Bustelo Acevedo

La prisión

En el colegio El Cadáver

de la Calle del Difunto

las desechos se inoculan

de la idolatrada muerte

que forjarán los patrones 

de obediencia y sacrificio,

de evasión y jerarquía...

¡genocidio de la infancia

de las patrias asesinas!

Jesús María Bustelo Acevedo

¡Mujer de pelo en sobaco!

Me gustan las muchachas con pelo en el sobaco,

eructos olorosos y adictas al tabaco,

que le dan a la coca cola y a la macoca

y casi siempre tienen algún taco en la boca;

con pantalones anchos, sin maquillaje alguno,

que escupen por las calles en plan barriobajuno,

que harán que el macho ibérico más palurdo se asombre

exclamando perplejo que ya son como el hombre...

Una mujer que vaya p'alante y por derecho,

con pelo en el sobaco ¡igual que yo en el pecho!

Jesús María Bustelo Acevedo