El ego quiere ser Dios
del uno al otro confín,
donde tú eres el Caín
que los maltrata a los dos.
El ego quiere ser luz
que disipe el gran misterio,
y mandarte al cementerio
siempre clavado en tu cruz.
El ego que a veces gime
y en otras se carcajea,
eternamente desea
ser aquel que nos redime...
Y todo el que no lo deje,
¡a la hoguera por hereje!
Jesús María Bustelo Acevedo
No hay comentarios:
Publicar un comentario