¿Dónde está el aaronita compulsivo
que envuelto en su divisa, cruda y bella,
reivindica a su pueblo redivivo
y más muerto que vivo
en ese mismo pabellón se estrella...?
¡Todos somos así, somos aquel
que en la Tierra dejó mundana huella!
¡Todos somos el pueblo de Israel!
¡El pueblo de Israel y el de Jesús,
el Espíritu, el Padre y la Persona!
¡Del mundo es la corona
y sólo aquel que carga con su cruz
gozoso lo abandona!
Jesús María Bustelo Acevedo
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