Yo no trago a la tonta de Leticia,
esa pija asturiana... Se va a pique
esta España real sin que se explique
que la reina del humo y la estulticia,
que es más huera que el mismo Luis Enrique,
trate a Sofía como a una inmundicia
con ese gesto propio de un cacique,
pues Sofía, excelencia,
y ha de valernos lo que signifique,
significa sapiencia,
y Leticia no vale ni un penique.
Jesús María Bustelo Acevedo
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