Cuando Darwin, el racista,
que idolatraba al matón
en su fe evolucionista,
despreciando a la razón
perenne del corazón,
me habló de ese dogma que
llamó la supervivencia,
yo le compartí la ciencia
más evidente que sé:
¡Te juro por Gary Cooper
que mi vivencia ya es súper
y no preciso su fe!
Jesús María Bustelo Acevedo
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