¡Oh mujer empoderada!,
pon límites a Cupido
y al rufián que has elegido
para estar acompañada:
¡el mamón de tu marido!...
Pon límites sin reparo,
no atiendas a sus razones,
excusas y explicaciones,
¡y que le quede bien claro
quien lleva los pantalones!
Jesús María Bustelo Acevedo
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