Con mi mono Amodio y yo,
nos fuimos a un Campofrío,
y un fiambre dijo:Tío,
¿usted está muerto o no?
¡Yo estoy vivo como un río,
y este camposanto, no!
¡Y, aunque el mono se quedó,
me desterré a mi albedrío
que es lo más mono de tó!
Jesús María Bustelo Acevedo
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