Me gusta sermonear
disfrazado de gurú
sólo para proyectar
un ego al que llamo tú.
¡Qué me gusta un sermoneo!
¡Qué importa que fuera mono
y que ahora sea más feo
cuando sentado en mi trono
me idolatra un coliseo!
Jesús María Bustelo Acevedo
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