La granada que alimenta,
no la que explota y espanta,
es la que nutre y sustenta
al que compone e inventa
lo que cuenta y lo que canta.
Es ella, y no la homicida,
aquella que le da vida,
roja granada que fluye
y en su voz se reconstruye
y en sus acordes alienta...
¡La granada que alimenta,
no la que explota y destruye!
Jesús María Bustelo Acevedo