Nadie puede abrir semillas
en el corazón del sueño,
sólo se siembra y cosecha
despierto...
¡siempre desnudo y despierto!
El sueño es cosa del ángel
caído llamado Tiempo,
y la semilla en vosotros
es el Reino de los Cielos.
Jesús María Bustelo Acevedo