Cuando hablamos de personas,
todas somos femeninas,
los cretinos y cretinas,
los mamones y mamonas,
las menos y más culinas...
Las personas son humanas,
las personas son divinas,
no manadas de Pamplonas
ni menudos de pamplinas...
No son balas ni son velos,
ni cortinas, ni persianas;
son sus puertas y ventanas
con sus polos y sus pelos...
Los más monos, las más monas,
¡todas somos las personas!
Jesús María Bustelo Acevedo