Si la lástima lastima, ¿por qué la estimas?



Lástima que la estima lastimó
mi corazón, que con razón desquicia;
hinqué los codos, pero la codicia,
¡lástima!, lastimó.

Jesús María Bustelo Acevedo

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...